SOBRE EL ENFOQUE DE COMPETENCIAS, COMPLEJIDAD Y CURRÍCULO.
Autor:
Prof. MSc. Félix A. Vargas A.
Correo
electrónico: felixvargas2007@gmail.com
En estos tiempos en los que hay
un interés en el humanismo, Venezuela está inmersa en un marco de debate y
discusión en torno a la educación; situación ésta que justifica el análisis
crítico de enfoques o “modelos” curriculares.
Es el propósito de este texto describir el enfoque de competencias de
modo que se valore sus bondades y limitaciones. Con esta tarea se aborda la
conceptualización de competencias en el ámbito educativo desde la perspectiva
de la complejidad y las limitaciones epistemológicas, filosóficas y pedagógicos
presentes en la concepción curricular.
En este sentido, UNESCO (1996) en el
denominado Informe Delors aborda las problemáticas propias de la sociedad del
conocimiento. Su énfasis reside en la necesidad de seguir aprendiendo a lo
largo de la vida para reducir así la exclusión social. Al respecto, Medina
(s/f) afirma que éste es “un problema claramente educativo, como reconocen los
autores, que nos enfrenta a uno de los más importantes desafíos que ha de
abordar la educación ahora que se inicia el siglo XXI”. Esta situación se
evidencia al acentuar la dependencia de las competencias y conocimientos que el
individuo haya logrado adquirir a lo largo de su vida.
De esta manera, el polisémico término “competencias” se puede conceptualizar
como “procesos complejos de desempeño con idoneidad en determinados contextos,
teniendo como base la responsabilidad” (Tobón, citado por Tobón y otros, 2006,
p. 100). De acuerdo con esta conceptualización, en ella prevalece la influencia
del sentido de la complejidad con un enfoque socioformativo.
Sobre este particular, el enfoque
socioformativo deriva en desafíos debido a que exige procesos complejos de desempeño,
idoneidad y compromiso ético (Tobón y
otros, 2006) ya que se basa en el análisis, comprensión y resolución de
problemas contextualizados y la elaboración de proyectos, al trabajo en
sesiones presenciales y el tiempo de trabajo autónomo y busca generar interés y
retos de aprendizaje en los estudiantes.
Se deduce que la puesta en práctica de
competencias se traduce en una complejidad en el plano pedagógico expresado en
facultades o capacidades de naturaleza cognitiva, actitudinal y procedimental
con la finalidad de prepararlo para su tránsito social, laboral, profesional.
Con el enfoque de competencias se supera la visión fragmentaria de la educación
tradicional que aún traslada el docente al ambiente de aprendizaje mediante conocimientos
sin pertinencia y desde la figura de disciplinas o asignaturas creando
compartimentalización del saber.
Siguiendo la misma línea, los pilares
que impulsan el enfoque por competencias se afianzan en ser, saber, hacer y
convivir (UNESCO, 1996). De este modo, el paradigma de competencias tiene una
visión integral de la educación para formar en su totalidad a la persona
orientados estos esfuerzos a establecer vínculos sólidos entre la escuela y la
sociedad. Por consiguiente, la enseñanza por competencias conlleva la
redefinición de los propósitos del currículo y redimensionar los contenidos
programáticos de forma tal que el currículo resulta en un todo integrado.
A modo de balance, el enfoque de
competencias es una herramienta de actualización permanente aunado a la
necesaria indagación científica sobre los procesos desarrollados en los
ambientes de aprendizaje. Esta concepción requiere una configuración específica
del docente y de sus metodologías de enseñanza. Sin embargo, es un enfoque que
ha encontrado defensores y detractores a pesar que se adecua a los lineamientos
de organismos internacionales en cuanto a educación permanente o a lo largo de la vida y para todos. Estructurar una
base teórica sólida es un reto que se le plantea como parte de los
cuestionamientos. Un currículo flexible, integrador que favorezca por tanto un
aprendizaje permanente es su característica distintiva.
Como interrogantes generales de cierre
planteo: ¿Es suficiente ubicar el fundamento para promover el cambio curricular
en nuestro país de acuerdo con las tendencias a revisar mediante la educación
comparada? ¿Existe un fundamento epistemológico en el contexto regional y local
a seguir? Es aquí donde existen temas polémicos para debatir.
REFERENCIAS
Delors,
J. (1996). La Educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la
Comisión
Internacional sobre la educación para el siglo XXI. Madrid: Santillana –
Ediciones UNESCO. http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF
Medina F., O.
(s/f). Validación
de competencias y exclusión social en la
sociedad de la información. Departamento
de Educación. Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria. En Herramientas
Nº 52.
Tobón,
S. y otros (2006). Competencias, calidad y educación superior. Colección Alma
Mater. Colombia: Cooperativa
Editorial Magisterio.
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