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viernes, 5 de junio de 2015

LA PRÁCTICA EDUCATIVA DEL PROFESOR INVESTIGADOR Y EL CURRÍCULUM.
AUTOR: MSc. Félix A. Vargas A.

            Stenhouse (1985, p. 194-221) desarrolla varias ideas relevantes en cuanto al profesor investigador orientado a su actuación en la mejora de las escuelas interesadas en la investigación y desarrollo del currículum. Esfuerzo éste motivado por la concepción del profesor como responsable de operativizar el curriculum además de la evidencia de la existencia de perspectivas para ponerlas en práctica.
            En este orden de ideas, el curriculum lo considera como una pauta ordenadora de la práctica de la enseñanza. En otras palabras, este autor entiende el curriculum como un modo de traducir cualquier idea educativa a una hipótesis comprobable en la práctica que requiere comprobación crítica. De esta manera, Stenhouse respalda la idea de un curriculum como medio de estudio de los problemas y los efectos de realizar cualquier tipo de enseñanza.
Piensa Stenhouse que toda investigación y todo desarrollo bien fundamentado del curriculum que se apoya principalmente en el trabajo de los profesores deben estudiadas sus prácticas por ellos mismos y no solo por los demás investigadores. Cita a Hoyle y su tipología de profesional restringido y profesional amplio. Enfatiza en una profesionalidad ampliada caracterizada por el compromiso de poner sistemáticamente en cuestión la enseñanza impartida, como base de desarrollo, el compromiso y la destreza para estudiar el propio modo de enseñar y el interés por cuestionar y comprobar la teoría en la práctica mediante el uso de dichas capacidades y disposición a permitir ser observadas sus clases por otros profesores.
            Desde estas premisas, se centra en la descripción de las técnicas para este profesional amplio. Menciona el análisis de interacciones concluyendo que este conjunto de múltiples sistemas de codificación de la comunicación verbal espontánea tiene limitaciones al ser concebida para una enseñanza transmisora sobre la base de una concepción ingenua de la conversación. Otra técnica es la derivada en categorías de “ventures” y “moves” de los estudios de Smith y colegas, Universidad de Illinois. Un enfoque atractivo es el socio-antropológico sobre la base de observaciones y toma de notas. Los resultados de Walker en este campo evidenciaron interés en la dinámica del proceso en el aula y las interacciones entre los estudiantes.  
            Nos aclara Stenhouse que lo relevante es adoptar una actitud investigadora acerca de su modo específico de enseñar con sentido crítico. Los retos teóricos y metodológicos por consiguiente se traducirán en una teoría que permitirá nuevos temas de investigación, la creación de nuevos conceptos. Mientras que en el ámbito metodológico ésta se debe asumir desde una perspectiva subjetiva altamente sensible y autocrítica al mismo tiempo reducir el efecto del umbral de la perspicacia y emerja la percepción.
Ante lo expuesto los datos se obtienen de diversas formas: la presencia de un colega – observador en el ambiente de aprendizaje, la modalidad de grabación, recolectar percepciones de los estudiantes acerca de su profesor.
Culmina Stenhouse con el análisis de experiencias en Humanities Project, Ford Teaching Project y New Era lo que demuestra la valoración de los problemas de una enseñanza basada en la investigación y sus aportes al desarrollo y actualización permanente del curriculum.
La propuesta de este autor se enfoca al mejoramiento de las prácticas educativas en los ambientes de aprendizaje, el currículum y la institución educativa. En este sentido, McKernan cuando se refiere a la transición histórica de la investigación nomotética del currículum a las nuevas formas de indagación curricular afirma que “el desplazamiento ha ido en un sentido claramente opuesto a los modelos de medios-fines racionales-directivos, hacia una concepción más moral y práctica –un modelo humanístico que abarca los conceptos de deliberación, valores, poder, autonomía y emancipación” (p.34). La ética y acciones docentes autónomas son ejes centrales de la investigación enmarcada en el mejoramiento de la enseñanza, el curriculum y la institución. De allí que según este autor la finalidad es “resolver los problemas diarios y acuciantes de los profesionales en ejercicio” (p.24)
Esta dimensión es de interés en la vinculación que se explicite entre la teoría, la investigación y las experiencias curriculares. En efecto, el docente investigador al estudiar sus propias prácticas y sistematizarlas genera referentes teóricos y metodológicos que conforman, a su vez, un marco amplio del objeto de estudio. Tal condición representa un elemento esencial en la integración curricular que todo sistema educativo experimenta con la incorporación de nuevas tendencias. Precisamente, la investigación en el aula puede motivar la introducción de innovaciones tales como las tecnologías de la información y comunicación debido a su función mediadora en la enseñanza aprendizaje.
En suma, la investigación de nuestras propias prácticas tiene retos y desafíos de orden teórico y metodológico así como los relacionados con la integración en el currículum de iniciativas que contribuyen a mejorar los ámbitos de las mismas prácticas, desarrollo y actualización curricular y la institución educativa.        

REFERENCIAS

McKernan, J. (2001). Investigación-acción y curriculum. Madrid: Ediciones Morata,
 S.L.

Stenhouse, L. (1985). Investigación y desarrollo del curriculum. Madrid: Ediciones
 Morata, S.L.


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